La Kinesiología para Adulto Mayor requiere la integración de conocimientos de diferentes áreas como la traumatológica, neurológica y respiratoria.
Inicialmente la rehabilitación comienza con una evaluación detallada del paciente y la familiarización con su lesión o condición; en este punto se vuelve de mucha importancia conocer cómo comenzó su malestar, cómo se instauró, desde hace cuanto tiempo lo padece, si se modifica durante el día o es constante, qué grado de inhabilitación le produce, etc.
Seguidamente, a partir de los intereses propios del paciente y de las posibilidades reales de recuperación, el profesional generará un plan de tratamiento enfocado principalmente en la rehabilitación fisiológica, que buscará facilitar las actividades de la vida diaria y mejorar la calidad de vida del paciente y su entorno familiar.
Adicionalmente, el profesional deberá educar a la familia sobre el manejo de la patología según cada caso.
¿En qué casos se requiere un servicio de Kinesiología para Adulto Mayor?
En casos en que el paciente presente un diagnóstico concreto va a requerir de sesiones de Kinesiología para Adulto Mayor, contando siempre con una indicación de terapia kinésica indicada por su médico tratante. También, en casos en donde el paciente tenga el interés de comenzar un plan de entrenamiento kinésico de manera voluntaria, motivado por presentar diversas limitaciones en su independencia, generándole la incapacidad de realizar sus actividades de la vida diaria de forma cómoda, indolora y segura.
El enfoque del tratamiento kinésico dependerá del tipo de patología que presente cada paciente; por eso, resulta muy importante mencionar que existen tres grandes áreas de abordaje kinésico, estas son:
La Kinesiología con enfoque Cardiorespiratorio es un área de la kinesiología que trata patologías que tienen su origen en el sistema cardiaco y/o respiratorio; estos sistemas trabajan a la par, por lo que la alteración de uno es muy probable que afecte al otro. Esta área es ampliamente utilizada en entornos hospitalarios como domiciliarios. Las patologías comunes que trata esta área de kinesiología son: epoc, asma, fibrosis, enfisema, bronquiectasias, hipotensión ortostática (mareos), pacientes secuelados de infartos al miocardio, cirugía cardíaca e insuficiencia cardíaca entre otras.
La kinesiología músculo-esquelética o traumatológica, aborda todo tipo de patologías que tienen su origen en aparato locomotor, es decir, patologías que afectan a las articulaciones, ligamentos, huesos y músculos.
Este tipo de patologías pueden ocurrir de forma traumática o por desgaste natural, es decir, causadas por la edad. Algunas patologías comunes que trata esta área son: fracturas, hernias (HNP), desgarros, esguinces, artrosis, osteoporosis, cirugías post traumáticas, lumbago, tendinitis, disfunción patelo-femoral (DPF), entre otras.
La Kinesiología con enfoque neurológico trata a los pacientes con daños en el sistema nervioso central, producto de accidentes o de enfermedades neurodegenerativas. Se basa en el concepto de neuroplasticidad, el cual plantea que el sistema nervioso central es capaz de compensar lesiones, tanto si se trata de alteraciones estructurales y como fisiológicas. Algunas patologías que rehabilita esta área de la kinesiología son: accidentes cerebrovasculares (ACV), lesiones medulares, traumatismo encéfalo craneano (TEC) y enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson y de Alzheimer, esclerosis múltiple e hipotonías, entre otras.
La atención kinésica puede generar cambios positivos en la sensación de bienestar del paciente mayor. Cualquiera sea la causa, la práctica de actividad física sistemática y guiada, ha demostrado tener la capacidad de generar efectos positivos en el sistema inmunológico, sistema cardio-respiratorio, neurológico y musculoesquelético.
En Kinesenior Chile, contamos con profesionales capacitados para brindar una atención completa, logrando un abordaje integral del estado de salud de nuestros pacientes. Comprometidos en cada uno de sus pasos, nuestro equipo se caracteriza por utilizar los conocimientos y la empatía como recursos terapéuticos de vital importancia.