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Adulto mayor y salud mental

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Adulto mayor y salud mental

En el Adulto mayor y salud mental de esta población, en general, la depresión es el trastorno psicológico más común; entre las personas mayores de 65 años los rasgos depresivos se presentan comúnmente durante su vida.
Esto muchas veces se debe a la rutina, la vida solitaria, la pérdida de capacidad física y a las enfermedades que traen consigo. En el adulto mayor con depresión, el letargo y la desmotivación pueden no sólo causar problemas en su relación con el entorno y sus familias, sino que además pueden generar deterioro de las funciones cognitivas como la memoria, la concentración y la capacidad de tomar decisiones (1). Así, la prevención se vuelve un punto crucial.

En muchos casos el tratamiento farmacológico se ha vuelto insuficiente y es así que se incrementó la atención hacia los tratamientos no farmacológicos, específicamente al ejercicio aeróbico. Sabemos que esta práctica contrarresta los síntomas de los trastornos depresivos que tienen una relevancia socioeconómica considerable y resultan en un impacto significativo en la calidad de vida de los adultos mayores, y que además evita el aumento de ingesta de más medicamentos (polifarmacia) que muchas veces tienen efectos colaterales a nivel de otros sistemas.

Entre los fundamentos positivos que se le otorgan al ejercicio aeróbico, está el de que podría actuar para distraer de los pensamientos negativos, además del desarrollo de nuevas habilidades y así disminuir la hormona del estrés (cortisol) resultando en un mejor estado de ánimo de los pacientes. También afecta positivamente disminuyendo la sensación de ansiedad y revirtiendo la disfunción del sueño en los adultos.

La realización de ejercicios de flexibilización de 1-4 veces por semana, logra reducir drásticamente la prevalencia de sufrir depresión, en un 81%, en comparación a quienes no los realizan, por lo tanto, se convierten en un factor de prevención fácil de llevar a cabo junto a un kinesiólogo. También los ejercicios de resistencia han demostrado buenos resultados.

En casos de depresión diagnosticada, el ejercicio aeróbico también funciona como coadyuvante a los fármacos, con excelentes resultados. Variedad de estudios sugieren que el ejercicio puede ayudar a los pacientes con depresión y ser comparable al tratamiento farmacológico, pero en este punto debe se luchar contra la falta de voluntad a practicar deporte, propia de la depresión.

Es importante mencionar que se vuelve trascendente una alimentación balanceada, en donde se incluyan ácidos grasos omega 3 que ayudan a estabilizar el ánimo por que juegan un papel importante como antidepresivo.